Desde este silencio hondo
puedo oir el miedo de los lobos.
Escupen purpurina
a cada paso,
pintando el disimulo
de sus dudas feroces,
y afiladas.
Avanzan buscándote,
y te acechan,
esperando el descuido desarmado
que seguro va a llegar.
Y su miedo despierta el tuyo,
atroz,
otra vez.
Te destierras lejos
bien lejos,
a los blancos paisajes
de tu Groenlandia interior.
Esta lágrima helada
comprime tu sal y un adiós.
Un susurro cristalino
que te cuenta donde estás.
♥!!
ResponderEliminarQuè gràfic i intens.
M'encanta.
Muà.